Ya está aquí la primavera, con ella todo florece nuevamente, las temperaturas suben, la gente se anima y los planes al aire libre se activan. Pero también comienzan los estornudos, congestiones, molestias en ojos y garganta propias de las alergias primaverales, aunque muchos no consigan determinarlo y lo confundan con un simple resfriado, aplicando un tratamiento que no conseguirá aliviar sus síntomas.
La alergia es la enfermedad crónica más frecuente, sin embargo confundirlo con un simple resfriado es muy común. Por ello, te damos cuatro claves para diferenciar un resfriado de una alergia primaveral:
- La intensidad de los síntomas:
Aunque los síntomas pueden parecer similares, el modo en que se presentan nos permite distinguir un resfriado de la alergia primaveral. La congestión, estornudos e irritación de ojos y garganta ante una alergia primaveral varían de intensidad y se manifiestan únicamente cuando estamos cerca de aquello que nos detona el episodio. Además, los estornudos suelen ser repetitivos. En un resfriado los síntomas llegan y se quedan durante algunos días, sin intermitencia.
- La duración:
Un resfriado tan solo dura unos días, hasta que el virus es combatido y desaparece de nuestro organismo. La alergia permanece mientras se esté en contacto con el alérgeno.
- La mucosidad:
En el resfriado la mucosidad normalmente es espesa y de color, mientras que en una alergia primaveral suele ser más líquida y transparente.
- Otros síntomas:
Aunque los síntomas en una alergia varían dependiendo de la persona, en un resfriado el cansancio, dolor de cabeza y en algunos casos incluso fiebre son muy común.
El picor de ojos suele ser muy frecuente en los episodios alérgicos y raro en los resfriados.