Ya esta aquí el verano y muchos de nosotros nos vamos de vacaciones a lugares lejanos o simplemente cambiamos de residencia para pasar estas fechas.
En ocasiones cuando llegamos a nuestro destino padecemos lo que se conoce como diarrea del viajero, que no es más que una gastroenteritis infecciosa que sufren los viajeros, y que se presenta con mayor virulencia cuando la persona viaja de países desarrollados a países con menores condiciones higiénico sanitarias, pero también esta alteración intestinal se puede producir en nuestro propio país por la simple razón de no estar acostumbrados a esta nueva flora microbiana.
En la mayoría de las ocasiones se trata de una infección de origen bacteriano, E. Coli generalmente, pero también el origen puede deberse a rotavirus en un 10-20% u otras causas en porcentajes mucho menores.
La forma más frecuente de infección es por medio de agua y alimentos, y sus síntomas suelen ser:
- Aumento en el número de deposiciones.
- Mayor fluidez y volumen de la deposición.
- Náuseas y vómitos.
- Calambres o dolores abdominales.
- Fiebre.
En verano esta patología es más frecuente, ya que el calor favorece la presencia de agentes patógenos y afecta más a niños, personas mayores e inmunodeprimidos que coinciden con las personas más susceptibles de padecer problemas de hidratación.
Si se presenta esta sintomatología, deberán tomarse medidas higiénico dietéticas desde el primer momento. Siendo fundamental la ingesta de soluciones de rehidratación oral que podrás encontrar en cualquier farmacia y que te ayudaran a reponer el líquido y las sustancias que se pierden durante el proceso diarreico. También una dieta blanda que contenga arroz y evitar lógicamente comidas pesadas.
Cuando suframos la diarrea del viajero de forma moderada con deposiciones unidas a vómitos y dolor abdominal, pero que no cursan ni con fiebre ni con sangre en las heces, se recomienda el uso de Loperamida, un antidiarreico.
En algunos casos, se puede sufrir diarrea con sangre, pudiendo acompañarse de fiebre, escalofríos y sudoración profusa e intensa. Éstos son criterios de gravedad y, por tanto, se deberá acudir a un centro sanitario.
Para que podáis disfrutar de un agradable viaje y evitar esta molesta afección, os dejo algunos consejos:
- Evita los alimentos mantenidos a temperatura ambiente durante horas, como la comida de buffets no cubierta y, sobretodo, la que ofrecen los vendedores ambulantes en la calle.
- No tomes frutas ni verduras crudas, a no ser que se le puedas quitar la piel o la cáscara. Evita aquellas con la piel dañada. Además, es necesario lavarlas previamente con agua embotellada.
- No consumas vegetales que sean difíciles de lavar, como la lechuga o las espinacas.
- Come únicamente alimentos recién cocinados y que aún estén calientes. No tomes platos que contengan huevos crudos o poco hechos.
- Bebe sólo agua embotellada y no consumas hielos en las bebidas, a menos que tengas la certeza de que el agua usada para los mismos era segura y no estaba contaminada.
- Si no dispones de agua envasada es recomendable hervirla al menos 10 minutos y filtrarla posteriormente. También puede ser útil utilizar pastillas potabilizadoras.
- No tomes leche ni derivados lácteos que no estén pasteurizados.
- No te laves los dientes con agua del grifo.
- Lava las manos correctamente varias veces al día, sobre todo antes de comer y cocinar.